En China, los primeros arrozales se construyeron hace unos 5.000 años. Estos primeros arrozales eran sistemas simples que implicaban inundar los campos con agua para crear un ambiente poco profundo y fangoso en el que pudiera crecer el arroz. Con el tiempo, se desarrollaron sistemas de arrozales más complejos, incluido el uso de diques (bancos de tierra elevados) para controlar los niveles de agua y el uso de terrazas para crear áreas niveladas para la agricultura.
En la India, los primeros arrozales se construyeron hace unos 2.500 años. Estos primeros arrozales eran similares a los de China, pero también incorporaban el uso de canales y otros sistemas de riego para llevar agua a los campos desde ríos y arroyos cercanos. Con el tiempo, el sistema de arrozales de la India se convirtió en uno de los sistemas de cultivo de arroz más sofisticados y productivos del mundo.
Hoy en día, los arrozales y los sistemas de riego se utilizan para cultivar arroz en muchos países del mundo. Estos sistemas han sido esenciales para el desarrollo del arroz como cultivo alimentario básico y han desempeñado un papel importante en el crecimiento de la civilización humana.