Felipe II sucedió a su padre Luis VII el Joven a la edad de 15 años. A partir de entonces, luchó contra su tutores en Flandes y Champaña, lo que permitió ampliar el dominio real. En 1189 partió para la tercera cruzada junto a Ricardo Corazón de León y Federico Barbarroja. Muy enfermo, el rey debe regresar a Francia. Luego aprovechó la oportunidad para hacerse con las posesiones inglesas en el reino de Francia. Pero Philippe pronto deberá afrontar una larga lucha contra su rival, que ha regresado de las Cruzadas. El conflicto se reaviva con la muerte de Richard Coeur de Lion. Philippe se aprovecha entonces de los errores del rey inglés Jean Sans Terre. La victoria de Bouvines (1214) permite a la monarquía de los Capetos encontrar un poder hasta entonces inigualable. El reinado de Felipe también estuvo marcado por el embellecimiento de la capital francesa y por numerosas reformas administrativas.
Luis VII el Joven Luis VIII el León
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