1. Barbas completas:Una barba espesa y abundante a menudo se asociaba con masculinidad, virilidad y sabiduría.
2. Barbas largas:Los reyes, emperadores y otras figuras nobles a menudo lucían barbas largas para representar poder, autoridad y distinción.
3. Barbas recortadas:Los caballeros, soldados y mercenarios normalmente mantenían sus barbas bien recortadas para mantener una apariencia prolija y evitar obstaculizar sus habilidades de combate.
4. Barbas redondeadas:Las barbas redondeadas u ovaladas eran populares entre las clases altas, ya que transmitían un aire de elegancia y sofisticación.
5. Barbas cuadradas:Las barbas de forma cuadrada eran populares entre los comerciantes y los ciudadanos ricos.
6. Barbas bifurcadas:Algunos hombres optaron por barbas bifurcadas, donde la parte inferior de la barba se dividía en dos puntas.
7. Perillas:Una barba pequeña y puntiaguda en la barbilla, a menudo acompañada de un bigote, se conocía como perilla. Era común entre los hombres jóvenes y los plebeyos.
8. Bigotes:Los bigotes sin barba no eran tan frecuentes en la Edad Media como las barbas completas, pero no eran infrecuentes.
9. Barbas tonsuradas:Los miembros del clero, como sacerdotes y monjes, debían afeitarse la coronilla mientras mantenían la barba.
10. Variaciones regionales:los estilos de barba también variaron regionalmente. En algunas partes de Europa, como Francia, se preferían las barbas más cortas y bien cuidadas, mientras que en otras regiones, como Alemania, estaban de moda las barbas más largas y de aspecto más natural.
En general, el estilo y la longitud de las barbas en la Edad Media servían como marcadores sociales y culturales, que denotaban el estatus social, la profesión y la identidad cultural de una persona.