La polio, abreviatura de poliomielitis, era una enfermedad devastadora que causaba parálisis y muerte, especialmente entre los niños. Antes de la vacuna, los brotes de polio podían paralizar o matar a miles de personas cada año y no había cura. La vacuna de Salk marcó un punto de inflexión en la lucha contra esta temida enfermedad.
El enfoque de Salk fue utilizar una forma "inactivada" del virus de la polio para estimular una respuesta inmune sin causar la enfermedad en sí. Realizó extensas investigaciones y ensayos clínicos para garantizar la seguridad y eficacia de su vacuna. En 1955, la vacuna Salk fue declarada segura y eficaz y se inició una campaña de inmunización masiva en Estados Unidos.
El éxito de la vacuna Salk supuso un gran avance en la ciencia médica y la salud pública. Condujo a una disminución espectacular de los casos de polio, erradicando prácticamente la enfermedad en muchas partes del mundo. El logro de Salk fue ampliamente celebrado y se convirtió en un héroe nacional por su contribución a salvar vidas y prevenir discapacidades.
Además de la vacuna Salk, Jonas Salk también hizo otras contribuciones a la ciencia y la medicina, incluido el desarrollo de vacunas contra la gripe y el VIH/SIDA. Su investigación y dedicación han tenido un profundo impacto en la salud y el bienestar global, lo que le valió el reconocimiento como uno de los científicos más influyentes del siglo XX.