Las contribuciones más significativas de Childe a la arqueología incluyen su concepto de "Revolución Neolítica", su trabajo sobre la evolución social de las sociedades humanas primitivas y su desarrollo de una arqueología marxista.
La Revolución Neolítica
El concepto de Childe sobre la revolución neolítica se introdujo por primera vez en su libro "El hombre se hace a sí mismo" (1936). En este trabajo, Childe argumentó que la transición de la caza y la recolección a la agricultura y el sedentarismo fue un cambio revolucionario en la historia de la humanidad. Creía que esta transición condujo a una serie de cambios sociales y culturales profundos, incluido el surgimiento de la estratificación social, el desarrollo de la escritura y otras tecnologías, y el crecimiento de las ciudades.
Evolución social
Childe también estaba interesado en la evolución social de las primeras sociedades humanas. Sostuvo que las sociedades humanas se desarrollaron a través de una serie de etapas, desde grupos pequeños e igualitarios hasta civilizaciones grandes y complejas. Creía que cada etapa de la evolución social se caracterizaba por un conjunto específico de instituciones económicas, sociales y políticas.
Arqueología marxista
Childe se describía a sí mismo como marxista e incorporó principios marxistas a su trabajo arqueológico. Creía que la arqueología podría usarse para estudiar las condiciones materiales de sociedades pasadas, y que estas condiciones materiales podrían usarse para comprender las estructuras sociales y políticas de esas sociedades. La arqueología marxista de Childe fue controvertida, pero también ayudó a abrir nuevas vías de investigación en arqueología.
Heredado
V. Gordon Childe fue una figura importante en el desarrollo de la arqueología moderna. Su trabajo sobre la Revolución Neolítica, la evolución social y la arqueología marxista ha tenido una profunda influencia en la disciplina y todavía se le considera uno de los arqueólogos más importantes del siglo XX.