La reina Isabel es una figura alta y majestuosa con una mandíbula fuerte y penetrantes ojos azules. Su cabello ondulado de color castaño claro está cuidadosamente peinado y adornado con una corona u otro tocado apropiado. Su tez pálida suele realzarse con un toque de rubor y lápiz labial, y a menudo usa aretes de perlas y un pequeño broche.
Ropa y Estilo
Como monarca, el guardarropa de la reina Isabel es extenso y cuidadosamente elegido para reflejar la ocasión. Para eventos formales, usa vestidos elaborados y vestidos de baile, generalmente en colores vibrantes y a menudo con detalles intrincados como encajes, pedrería y bordados. Sus vestidos de noche suelen combinarse con una tiara, símbolo de su estatus real. Para ocasiones menos formales opta por trajes y vestidos a medida, manteniendo siempre un aire de elegancia y profesionalidad.
Accesorios y Joyas
Los accesorios de la reina Isabel son tan icónicos como su ropa. Rara vez se la ve sin su característico collar de perlas, un regalo de su padre, el rey Jorge VI. También usa con frecuencia aretes, pulseras y broches de diamantes, cada pieza cuidadosamente seleccionada para complementar su atuendo y la ocasión.
Presencia Real
A pesar de su estatus real, la reina Isabel posee un comportamiento cálido y accesible, lo que la convierte en una figura inmensamente popular tanto en el Reino Unido como en todo el mundo. Su naturaleza tranquila y serena, junto con su dedicación al servicio público, le han ganado el respeto y la admiración de millones.