Cuando George tenía once años, su padre murió y heredó la propiedad familiar, Mount Vernon. Continuó su educación y también comenzó a administrar la plantación. En 1753, fue nombrado topógrafo de la Colonia de Virginia, lo que le dio la oportunidad de explorar la naturaleza y aprender sobre las diferentes regiones de la colonia.
Las experiencias de la infancia de George Washington le inculcaron un sentido de responsabilidad, liderazgo y servicio público. Estos rasgos le servirían más tarde en su carrera militar y política, y se convirtió en una de las figuras más veneradas de la historia de Estados Unidos.