El uso que hizo Lewis de la frase "sueño diferido" fue particularmente poderoso porque había vivido de primera mano muchas de las luchas por los derechos civiles. Era un joven activista durante el Movimiento por los Derechos Civiles de las décadas de 1950 y 1960, y había sido testigo de la violencia y la discriminación que enfrentaban los afroamericanos. También vio el progreso que se logró durante el Movimiento por los Derechos Civiles, pero sabía que aún quedaba mucho trabajo por hacer.
El "sueño aplazado" de Lewis fue un llamado a la acción para que los estadounidenses volvieran a comprometerse con la lucha por los derechos civiles y la igualdad. Creía que el sueño de una sociedad justa e igualitaria todavía era posible, pero que lograrlo requeriría mucho trabajo y dedicación. Instó a los estadounidenses a no perder nunca de vista este sueño y a seguir luchando por él hasta que finalmente se haga realidad.
El "sueño aplazado" de Lewis se ha convertido en un símbolo de la lucha en curso por los derechos civiles y la igualdad en Estados Unidos. Es un recordatorio de que el sueño de una sociedad justa e igualitaria todavía no es una realidad, pero es un sueño por el que vale la pena luchar.