Censura y Supresión de Escritos: Los escritos de Rizal, en particular sus novelas "Noli Me Tangere" y "El Filibusterismo", fueron sometidos a una estricta censura por parte de las autoridades españolas. Estas obras, que exponían los abusos e injusticias del dominio colonial español, fueron consideradas subversivas y se prohibió su circulación en Filipinas.
Exilio a Dapitan: En 1896, tras la Revolución filipina, Rizal fue arrestado por las autoridades españolas y enviado al exilio en Dapitan, una remota ciudad de Mindanao. Pasó cuatro años en el exilio, donde sus movimientos y actividades fueron seguidos de cerca. A pesar de las restricciones, continuó dedicándose a la investigación científica, la práctica médica y proyectos de desarrollo comunitario.
Ejecución: La ejecución de Rizal no fue consecuencia directa de sus escritos o activismo, sino de su participación en la Revolución filipina. Tras el estallido de la revolución, Rizal regresó a Filipinas en 1896, con el objetivo de mediar entre las autoridades españolas y los revolucionarios filipinos. Sin embargo, fue arrestado a su llegada y acusado falsamente de ser líder de la revolución. Tras un juicio militar, fue condenado a muerte y ejecutado por un pelotón de fusilamiento el 30 de diciembre de 1896 en Manila.
Si bien Rizal no enfrentó un castigo inmediato por sus escritos, sus ideas e influencia desempeñaron un papel importante a la hora de inspirar y unir a los filipinos en su búsqueda de la independencia. Sus obras y su martirio se convirtieron en puntos de unión para el movimiento nacionalista filipino, lo que finalmente condujo a la liberación del país del dominio español en 1898.