La Ley Sherman Antimonopolio de 1890 fue una legislación histórica que ayudó a romper los monopolios y promover la competencia en los Estados Unidos. La ley lleva el nombre de su patrocinador, el senador John Sherman de Ohio.
La Ley Sherman se aprobó en respuesta a una ola de consolidación a finales del siglo XIX que había creado una serie de grandes monopolios. Estos monopolios tenían el poder de fijar precios, controlar la producción y reprimir la competencia. Esto llevó a precios más altos para los consumidores y menos opciones en el mercado.
La Ley Sherman hizo ilegal que las empresas participaran en cualquier "contrato, combinación en forma de fideicomiso o de otro tipo, o conspiración, para restringir el comercio". La ley también hizo ilegal que las empresas monopolizaran o intentaran monopolizar cualquier parte del comercio.
La Ley Sherman fue una gran victoria para la causa antimonopolio y ayudó a garantizar que la competencia siguiera siendo una parte clave de la economía estadounidense. La ley se ha utilizado para disolver varios monopolios, incluidos Standard Oil y AT&T. También se ha utilizado para evitar fusiones que habrían dado lugar a un monopolio.
La Ley Sherman ha sido controvertida desde su aprobación. Algunos críticos argumentan que la ley es demasiado amplia y que se ha utilizado para procesar a empresas que en realidad no son monopolios. Otros argumentan que la ley es demasiado débil y que no hace lo suficiente para impedir la formación de monopolios.
A pesar de estas críticas, la Ley Sherman sigue siendo una piedra angular de la ley antimonopolio estadounidense. La ley ha ayudado a crear un mercado más competitivo y ha protegido a los consumidores de los abusos de los monopolios.