Durante el Terror Rojo, el gobierno y la sociedad de los Estados Unidos tomaron medidas extremas para combatir la amenaza percibida del comunismo. Esto incluyó el establecimiento del Comité de Actividades Antiamericanas de la Cámara de Representantes (HUAC), que investigó a presuntos comunistas y simpatizantes comunistas en Hollywood, el mundo académico y otros sectores de la sociedad. Muchas personas inocentes fueron acusadas de ser comunistas o simpatizantes del comunismo, y sus vidas y carreras a menudo quedaron arruinadas.
El Terror Rojo tuvo un profundo impacto en la sociedad y la cultura estadounidenses. Creó un clima de miedo y sospecha y condujo a la supresión de la disidencia y la erosión de las libertades civiles. También contribuyó al surgimiento del macartismo, término utilizado para describir la retórica y las tácticas anticomunistas extremas del senador Joseph McCarthy.
El Terror Rojo finalmente terminó a finales de la década de 1950, pero su legado continúa hasta el día de hoy. Se ha descrito como un capítulo oscuro de la historia estadounidense y sirve como recordatorio de los peligros de la paranoia política y la importancia de proteger las libertades civiles.