1. Precios agrícolas bajos: La caída de los precios mundiales de las materias primas, principalmente de los principales productos agrícolas estadounidenses como el trigo y el maíz, provocó una disminución de los ingresos agrícolas y la pobreza rural.
Solución: Los movimientos Farmers' Alliance y Grange surgieron para impulsar la acción colectiva, incluidas las cooperativas de comercialización y el cabildeo para obtener asistencia gubernamental.
2. Tarifas altas: Los elevados aranceles protectores, como el arancel McKinley de 1890, elevaron los precios de los productos manufacturados que necesitaban los agricultores, mientras que los precios de sus cultivos bajaban.
Solución: El Partido Populista abogó por aranceles más bajos y una mayor competencia para reducir el costo de vida de agricultores y trabajadores.
3. Falta de regulación: Los monopolios no regulados, particularmente en la industria ferroviaria, llevaron a prácticas desleales como tarifas de envío discriminatorias, que afectaron a agricultores y empresas.
Solución: La Ley de Comercio Interestatal de 1887 tenía como objetivo regular el comercio interestatal, mientras que la Ley Sherman Antimonopolio de 1890 buscaba prevenir y disolver los monopolios.
4. Inflación de divisas: Las políticas deflacionarias del patrón oro provocaron la caída de los precios, lo que dificultó que los agricultores pagaran sus deudas y empujó a muchos a la ejecución hipotecaria.
Solución: El Partido Populista abogó por inflar la moneda, por ejemplo mediante la libre acuñación de plata, para aumentar la oferta monetaria y aliviar la carga de la deuda.
5. Explotación Laboral: Los trabajadores industriales enfrentaron duras condiciones laborales, bajos salarios y deficientes normas de seguridad.
Solución: Los sindicatos, como la Federación Estadounidense del Trabajo (AFL), se organizaron para exigir mejores salarios, mejores condiciones laborales y derechos de negociación colectiva.
Estos desafíos provocaron malestar social y político, inspiraron movimientos y reformas destinadas a abordar las quejas de agricultores y trabajadores. En última instancia, estos esfuerzos contribuyeron al surgimiento de la Era Progresista a principios del siglo XX, que vio reformas significativas en áreas como los derechos laborales, la regulación y el bienestar social.