En un caso civil, los reclamos del demandante generalmente buscarán recuperar daños y perjuicios del acusado, mientras que en un caso penal, los reclamos del fiscal buscarán condenar al acusado por un delito.
Las reclamaciones deben estar respaldadas por pruebas, que pueden incluir testimonios de testigos, pruebas documentales y pruebas físicas. La solidez de una afirmación dependerá de la cantidad y calidad de la evidencia que la respalde.