1. Absolutismo monárquico :Luis XVI y María Antonieta representaban la monarquía absoluta, un sistema donde el rey ostentaba todo el poder. Muchos revolucionarios que querían un gobierno más democrático lo consideraban obsoleto y opresivo.
2. Crisis económica :Francia se enfrentaba a una grave crisis económica a finales del siglo XVIII. El país estaba endeudado y los pobres luchaban por sobrevivir. El lujoso estilo de vida de Luis XVI y María Antonieta, a pesar del sufrimiento de la gente, generó resentimiento entre la población.
3. Desigualdad social :La sociedad francesa estaba dividida en clases, y la nobleza y el clero disfrutaban de privilegios y exenciones que se negaban a la gente común. Luis XVI y María Antonieta fueron vistos como símbolos de esta desigualdad y responsables de mantenerla.
4. Poder de los Estamentos :Los Estados Generales, el organismo representativo del clero, la nobleza y los plebeyos franceses, se convocaron en mayo de 1789 para hacer frente a la crisis financiera. El Tercer Estado, que representaba a los plebeyos, exigió reformas y más representación política, pero Luis XVI y María Antonieta se resistieron a estas demandas.
5. Asalto a la Bastilla :En julio de 1789, el pueblo de París tomó por asalto la Bastilla, símbolo de la autoridad real. Este acontecimiento marcó el inicio de la Revolución Francesa y debilitó aún más la posición de Luis XVI y María Antonieta.
6. Intento fallido de fuga :En junio de 1791, Luis XVI y María Antonieta intentaron huir de Francia pero fueron capturados en Varennes. Este intento fallido de fuga destrozó la confianza pública en la monarquía e hizo que el rey y la reina fueran aún más vulnerables.
7. Derrocamiento de la Monarquía :En agosto de 1792, los revolucionarios irrumpieron en el Palacio de las Tullerías, donde vivían Luis XVI y María Antonieta. La monarquía fue oficialmente abolida y Luis XVI fue arrestado.
8. Juicio y ejecución :Luis XVI fue juzgado y declarado culpable de traición y conspiración. Fue condenado a muerte y ejecutado en guillotina el 21 de enero de 1793. María Antonieta también fue juzgada y declarada culpable de traición. Fue ejecutada en guillotina el 16 de octubre de 1793.
Las ejecuciones de Luis XVI y María Antonieta marcaron un punto de inflexión en la Revolución Francesa y señalaron el fin de la monarquía en Francia.