La peste negra, también conocida como peste bubónica, fue una pandemia devastadora que asoló Europa en el siglo XIV y mató a entre 75 y 200 millones de personas. Fue causada por la bacteria *Yersinia pestis*, que se transmite principalmente por pulgas que viven en roedores como las ratas.
Origen
Se cree que la peste negra se originó en Asia Central y llegó a Europa a través de rutas comerciales. Se propagó rápidamente debido a las condiciones insalubres y la falta de conocimientos médicos en ese momento. La plaga afectó principalmente a las zonas urbanas, ya que la gente vivía muy cerca y las ratas abundaban.
Síntomas
La Peste Negra se manifestó principalmente de dos formas:bubónica y neumónica. La peste bubónica provocaba fiebre, escalofríos y la formación de ganglios linfáticos inflamados y dolorosos llamados bubones. La peste neumónica afectó a los pulmones y se transmitió a través de gotitas respiratorias, provocando tos intensa y dificultad para respirar.
Tratamiento
Durante la Edad Media, había una comprensión limitada de la causa y el tratamiento de la plaga. Los tratamientos a menudo incluían sangrías, remedios a base de hierbas y oraciones. Se implementaron medidas de cuarentena en algunas áreas, pero no fueron muy efectivas debido a la falta de conocimiento sobre el modo de transmisión.
Impacto social
La Peste Negra tuvo profundos impactos sociales, económicos y religiosos en Europa. La aniquilación de la población provocó escasez de mano de obra y trastornó el comercio. Muchas ciudades perdieron una parte importante de sus habitantes y la economía se vio gravemente afectada. La plaga también alimentó el fervor religioso, y algunos creían que era un castigo de Dios.
Fin de la pandemia
La peste negra finalmente disminuyó en Europa a finales del siglo XIV. Sin embargo, continuó reapareciendo periódicamente en brotes más pequeños hasta el siglo XIX. Las mejores prácticas de higiene, una mejor comprensión de la transmisión de enfermedades y el desarrollo de tratamientos médicos eficaces ayudaron finalmente a controlar la propagación de la plaga.