En respuesta al plan de partición de la ONU, los líderes árabes palestinos lanzaron una guerra civil contra la comunidad judía en Palestina. Esta guerra civil se convirtió en una guerra a gran escala entre Israel y los estados árabes en 1948. La guerra terminó con una victoria de Israel y el establecimiento del Estado de Israel.
El rechazo árabe-palestino del plan de partición de la ONU tuvo un profundo impacto en la historia del conflicto árabe-israelí. Condujo al desplazamiento de cientos de miles de árabes palestinos de sus hogares y a la creación del problema de los refugiados palestinos. El problema de los refugiados palestinos sigue siendo una de las cuestiones más difíciles del conflicto árabe-israelí y es una importante fuente de tensión entre Israel y los palestinos en la actualidad.