Una variedad de factores pueden contribuir a la caída de los imperios, incluida la prosperidad económica, la guerra civil, la invasión extranjera y los desastres naturales. La prosperidad económica puede llevar a la complacencia y a una disminución de la preparación militar, haciendo al imperio vulnerable a los ataques. La guerra civil puede dividir al imperio y debilitar su capacidad para defenderse. La invasión extranjera puede abrumar las defensas del imperio y conducir a su colapso. Los desastres naturales pueden perturbar la economía y la infraestructura del imperio, dificultando su recuperación.