Haití proclamó su independencia de Francia el 1 de enero de 1804, convirtiéndose en la segunda república de América después de Estados Unidos. Dirigido por Toussaint L'Ouverture, ex esclavo que se convirtió en líder revolucionario, el pueblo haitiano había librado una guerra larga y brutal contra la potencia colonial francesa, que había tratado de mantener el control sobre la colonia y su lucrativa industria azucarera. La revolución haitiana fue un importante punto de inflexión en la historia, e inspiró otros movimientos por la independencia en la región y en todo el mundo. La independencia de Haití fue un paso significativo hacia el desmantelamiento de los sistemas coloniales opresivos y la promoción de la libertad y la igualdad.