Factores económicos:
El principal motor económico detrás de la trata transatlántica de esclavos fue la demanda de mano de obra en las plantaciones y otras empresas agrícolas en las Américas. La rentabilidad de estas empresas se basaba en la explotación de personas esclavizadas, que eran obligadas a trabajar en condiciones extremadamente duras y peligrosas por un salario escaso o nulo.
Factores sociales y culturales:
La práctica de la esclavitud también estaba profundamente arraigada en las estructuras sociales de muchas sociedades europeas de la época. La esclavitud se consideraba una institución legítima y normal, y estaba respaldada por leyes, costumbres y creencias religiosas. Esta aceptación de la esclavitud hizo que a los europeos les resultara más fácil justificar la esclavitud de los africanos.
Factores políticos:
El poder político de la élite esclavista en muchos países fue otro factor clave que permitió que persistiera la esclavitud. Estas élites tenían un interés personal en mantener el status quo y utilizaron su poder para reprimir cualquier intento de desafiar la institución de la esclavitud.
Estos son sólo algunos de los complejos factores que contribuyeron a la trata transatlántica de esclavos y a la esclavización de los negros por los blancos. Es importante comprender el contexto histórico completo de este problema para comprender plenamente sus causas y consecuencias.