- Pérdida de tierras: El factor clave fue una pérdida sustancial de tierra para la agricultura africana. La ley permitió al gobierno colonial publicar y confiscar tierras consideradas "vacantes" o "no utilizadas", y la mayoría de ellas eran tierras ocupadas por comunidades africanas que carecían de títulos de propiedad formales o documentación legal. Esta alienación creó pequeñas propiedades fragmentadas para los africanos y hacinamiento, lo que condujo a una reducción de la productividad agrícola.
- Mudanzas forzadas: El acto provocó la expulsión forzosa de comunidades africanas de sus tierras ancestrales. Estos desplazamientos alteraron los sistemas agrícolas, las redes sociales y las prácticas culturales, perjudicando aún más la producción agrícola y los medios de vida.
- Fiscalidad: Las políticas tributarias coloniales aumentaron para los africanos, en parte para alentarlos a buscar mano de obra en plantaciones de cultivos comerciales y granjas de propiedad blanca, desincentivando aún más la agricultura independiente.
Impacto en las economías agrícolas de los colonos:
- Aumento de la propiedad de la tierra: La Ley de Tierras Nativas solidificó el control de los colonos británicos sobre grandes extensiones de tierra agrícola fértil. Se expandió el establecimiento de granjas y plantaciones de colonos europeos, aumentando la producción agrícola general y las exportaciones de cultivos comerciales de Kenia.
- Fuente de mano de obra: Con la pérdida de tierras, muchos africanos se convirtieron en arrendatarios de granjas de colonos o se trasladaron a zonas urbanas para convertirse en trabajadores asalariados. Esta mano de obra barata y abundante contribuyó al crecimiento y desarrollo de la economía de los colonos.
- Avances tecnológicos: El aumento de capital y recursos disponibles para los agricultores colonos les permitió invertir en tecnologías agrícolas modernas, maquinaria, variedades mejoradas de cultivos e investigación agrícola, aumentando la productividad y la rentabilidad.
Si bien la Ley de Tierras Nativas benefició a la economía agrícola de los colonos, tuvo consecuencias devastadoras y de largo plazo para las economías agrícolas africanas, marginándolas durante décadas y contribuyendo a la actual desigualdad en la distribución de la tierra y el acceso a los recursos en Kenia.