Además, Cleopatra tenía control total sobre los recursos naturales del país, incluidas tierras de cultivo fértiles y minerales valiosos, como oro y plata, que aumentaron aún más su fortuna personal. Estos recursos le permitieron mantener un estilo de vida lujoso, financiar sus campañas militares y apoyar sus actividades políticas.
En el momento de su muerte, Cleopatra había acumulado una extraordinaria cantidad de tesoros y riquezas, que excedían las de muchos otros gobernantes de su tiempo. Su riqueza personal y su control sobre los recursos de Egipto jugaron un papel importante en la configuración de sus estrategias políticas y en asegurar su posición como una de las figuras más poderosas e influyentes del mundo antiguo.