Por Rainer Sousa
De todas las maravillas de la antigüedad, la Gran Pirámide de Giza, ubicada en Egipto, es la única que los turistas todavía pueden ver en la actualidad. Como prueba de la veneración que los egipcios tenían por el faraón, este monumento cuestiona muchos de los prejuicios que suelen vincular el Mundo Antiguo a las ideas de “sencillez” e “incipiencia”. Construido alrededor del año 2550 a. C., el suntuoso monumento de 137 metros de altura fue obra de 100.000 hombres durante 20 años.
La Gran Pirámide, de hecho, conforma un conjunto de construcciones que dan nombre a las llamadas Pirámides de Giza. Como sólo ella era reconocida como maravilla, se trató de una obra encargada por el faraón Keops, quien pretendía utilizar aquel grandioso proyecto para albergar su sarcófago y todas las demás gemas que debería haber llevado en su otra existencia. Hasta la construcción de la Torre Eiffel, en el siglo XIX, la pirámide de este faraón ocupaba el puesto de construcción más alta del mundo.
Uno de los misterios no resueltos sobre la pirámide de Giza tiene que ver con su propia construcción. ¿Cómo levantaban los egipcios esos pesados bloques de piedra que, en promedio, pesaban unas tres toneladas? Para responder a esta pregunta, los científicos trabajan con dos teorías. El primero sugiere que cada piedra fue trasladada mediante embarcaciones a lo largo del río Nilo. Otra teoría es que los bloques fueron construidos por los propios egipcios utilizando un tipo de cemento.
Para que las piedras encajen entre sí, se cree que tres posibilidades explican el manejo de las piedras en la construcción. Una primera teoría dice que los bloques fueron arrastrados por una rampa cercana a la base de la pirámide. Otra explicación parte de la hipótesis de que los muros exteriores de la pirámide tenían rampas que llevaban los bloques a las partes más altas. Recientemente, el arquitecto Jean-Paul Houdini consideró que los bloques superiores habían sido cargados con rampas internas.
El conocimiento sobre la estructura interna de la Gran Pirámide todavía sorprende a muchos investigadores y egiptólogos fascinados por el objeto. Hasta la fecha, sólo se han descubierto tres cámaras en el interior del edificio:la Cámara Real, que albergaba los restos del faraón; la Cámara de los Secretos; y la Cámara de la Reina. Para descubrir otros compartimentos en la pirámide, los científicos tendrían que verse obligados a utilizar explosivos que podrían comprometer la estructura de la pirámide.
Entre otras peculiaridades, también podemos mencionar que la Gran Pirámide de Giza originalmente estaba cubierta íntegramente de piedra caliza pulida. Este acabado dio un “efecto visual” a la construcción del faraón Keops:la pirámide brillaba cuando se exponía al sol. Desafortunadamente, gran parte del revestimiento brillante fue robado hace más de 600 años. Además, los constructores crearon varias cámaras y pasillos inútiles para impedir un posible saqueo de los bienes del faraón.
Para garantizar que todos los caprichos del faraón se cumplieran debidamente durante la ejecución del proyecto, se asignó un cuerpo de personal para cuidar de los recursos y trabajadores relacionados con la tumba. Según algunos historiadores, el proceso de construcción de la pirámide no sólo reafirmó la supremacía político-religiosa del faraón, sino que también sirvió para movilizar a varios individuos que vivían en diferentes regiones de Egipto.