Los egipcios primero cayeron ante los hicsos porque eran una potencia militar formidable con tecnología y armas avanzadas. Los hicsos tenían superior tiro con arco y equitación, y utilizaban carros que eran nuevos para los egipcios. También tenían armas de bronce, mientras que los egipcios todavía usaban principalmente armas de piedra.
Además, los hicsos pudieron aprovechar la inestabilidad política de Egipto. Egipto estaba dividido en dos reinos en ese momento, y los hicsos pudieron aliarse con uno de los reinos contra el otro. Con el tiempo conquistaron ambos reinos y establecieron su propio gobierno sobre Egipto.
Sin embargo, los egipcios finalmente pudieron expulsar a los hicsos porque pudieron reunirse alrededor de un líder fuerte y unirse contra los invasores extranjeros. También desarrollaron nuevas tácticas y armas militares, como el arco compuesto y el carro, que les ayudaron a derrotar a los hicsos.
Finalmente, los hicsos nunca pudieron integrarse plenamente en la sociedad egipcia. Siguieron siendo una clase dominante extranjera y el pueblo egipcio los resentía. Este resentimiento finalmente condujo a una rebelión que expulsó a los hicsos de Egipto.