En los años siguientes, se llevaron a cabo negociaciones entre el gobierno sudafricano y el ANC para poner fin al apartheid y establecer una sociedad democrática y no racial. Estas negociaciones culminaron con la firma del Acuerdo Nacional de Paz en septiembre de 1991 y la adopción de una nueva constitución en 1993.
Las primeras elecciones multirraciales en Sudáfrica se celebraron en abril de 1994 y el ANC obtuvo la mayoría en la Asamblea Nacional. Nelson Mandela fue elegido presidente de Sudáfrica en mayo de 1994.
El fin del apartheid marcó el comienzo de una nueva era en Sudáfrica. El país ha avanzado en la construcción de una sociedad más democrática e igualitaria, pero aún enfrenta desafíos importantes, como la pobreza, la desigualdad y la discriminación racial.