- Gloria personal y ambición :César era un individuo ambicioso y motivado que buscaba alcanzar gloria y poder personales. La victoria en la guerra podría brindarle fama, prestigio y capital político, lo que podría ayudarlo a avanzar en su carrera política y solidificar su posición en la República Romana.
- Expansión territorial y beneficio económico :La República Romana era un imperio terrestre y conquistar nuevos territorios era una forma de expandir las fronteras del imperio, adquirir recursos y aumentar la riqueza económica. Es posible que César estuviera motivado por el deseo de expandir el territorio de Roma y hacerse con el control de recursos valiosos como el oro, la plata y las tierras fértiles.
- Necesidad política :En el momento del ascenso de César al poder, la República Romana estaba experimentando inestabilidad y agitación política interna. Es posible que César creyera que la guerra era necesaria para mantener la estabilidad y el orden dentro de la república o para desviar la atención de los conflictos y desafíos internos.
- Prestigio y lealtad militar :El ejército romano era una fuerza política importante en la república, y las campañas militares exitosas podían ganar un considerable prestigio y lealtad general por parte de sus tropas. Es posible que César haya tratado de ir a la guerra para fortalecer su reputación militar y ganarse el apoyo y la lealtad de sus soldados, lo que podría ser un activo político valioso en el clima político volátil de la época.
- Desafíos y amenazas :César puede haber percibido ciertas campañas militares como necesarias para abordar los desafíos o amenazas emergentes a la República Romana. Por ejemplo, es posible que haya visto las Guerras de las Galias como un medio para proteger el territorio romano de tribus potencialmente hostiles o para hacerse con el control de regiones estratégicas.