El movimiento abolicionista negro tenía una serie de diferencias clave con el movimiento abolicionista blanco. En primer lugar, los abolicionistas negros tendían a centrarse más en la necesidad de una emancipación inmediata, mientras que los abolicionistas blancos a menudo favorecían la abolición gradual. Esta diferencia se debió en parte al hecho de que los abolicionistas negros estaban experimentando personalmente los horrores de la esclavitud, mientras que los abolicionistas blancos no.
En segundo lugar, los abolicionistas negros tendían a ser más radicales en su enfoque, mientras que los abolicionistas blancos eran a menudo más moderados. Esto se debió a que los abolicionistas negros sintieron que la única forma de acabar con la esclavitud era mediante la acción directa, como la rebelión armada.
Uno de los abolicionistas negros más famosos fue Frederick Douglass. Douglass era un esclavo fugitivo que se convirtió en un destacado orador y escritor. Escribió extensamente sobre los males de la esclavitud y la necesidad de una abolición inmediata. También fue un firme defensor de los derechos civiles de los negros.
Otra abolicionista negra famosa fue Harriet Tubman. Tubman era un ex esclavo que escapó a la libertad y luego regresó al Sur para ayudar a otros esclavos a escapar. Realizó trece viajes al Sur y ayudó a más de 300 personas a escapar hacia la libertad.
Otro abolicionista blanco muy conocido fue William Lloyd Garrison. Garrison fue el fundador de la Sociedad Estadounidense Contra la Esclavitud. También era un abolicionista radical que creía que la única forma de acabar con la esclavitud era mediante la emancipación inmediata.
Los movimientos abolicionistas blancos y negros desempeñaron un papel importante en el fin de la esclavitud en los Estados Unidos. Los abolicionistas negros proporcionaron el liderazgo y la experiencia de primera mano de la esclavitud que era esencial para el movimiento, mientras que los abolicionistas blancos proporcionaron los recursos financieros y el apoyo político que ayudaron a hacer realidad la abolición.