La Gran Muralla China, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se extiende por más de 21.000 kilómetros (13.000 millas) a lo largo del norte de China. Si bien a menudo se percibe como una estructura continua y bien conservada, su condición real varía mucho debido a factores naturales, actividades humanas y el gran lapso de tiempo transcurrido desde su construcción. Aquí hay una descripción general del estado actual de la Gran Muralla:
1. Secciones en Buen Estado: Algunas partes de la Gran Muralla, en particular las restauradas con fines turísticos, están bien mantenidas y son accesibles para los visitantes. Entre ellas se incluyen secciones populares como Badaling, Mutianyu y Jinshanling, donde se ha reconstruido y conservado el muro.
2. Secciones deterioradas y colapsadas: Sin embargo, muchos tramos de la Gran Muralla han sufrido siglos de erosión, desastres naturales, abandono e interferencia humana. Grandes porciones se han derrumbado, dejando sólo restos o montículos de escombros. Algunas zonas están cubiertas de vegetación, lo que dificulta su discernimiento.
3. Restauración y Renovación: En los últimos años, el gobierno chino ha realizado importantes esfuerzos para restaurar y renovar la Gran Muralla. Se han reparado los tramos en estado crítico y continúan los trabajos de restauración para preservar el patrimonio del muro.
4. Turismo y Masificación: La popularidad de la Gran Muralla como destino turístico ha provocado una superpoblación en determinadas zonas, provocando el desgaste de la estructura. Además, las prácticas turísticas inadecuadas, como los graffitis y el vandalismo, pueden dañar la integridad del muro.
5. Amenazas del desarrollo: La expansión de las áreas urbanas y las actividades económicas representan una amenaza para la Gran Muralla. La invasión, la construcción y la contaminación de los desarrollos cercanos pueden afectar los alrededores del muro y afectar su preservación.
6. Esfuerzos de conservación de la UNESCO: La UNESCO trabaja en estrecha colaboración con el gobierno chino y otras partes interesadas para garantizar la preservación y conservación a largo plazo de la Gran Muralla. Esto implica establecer planes de gestión, realizar investigaciones y promover prácticas de turismo sostenible.
En general, la Gran Muralla China enfrenta desafíos relacionados con su gran longitud, el desgaste natural y el impacto de las actividades humanas. Si bien se están realizando importantes esfuerzos para restaurar y preservar el muro, su preservación sigue siendo un proceso continuo para proteger este patrimonio cultural icónico para las generaciones futuras.