El confucianismo enfatiza la importancia de la armonía social, el respeto a la autoridad y el mantenimiento de los valores tradicionales. Si bien un gobernante confuciano podría haber dudado en participar en proyectos de construcción a gran escala que podrían perturbar el orden social o desviar recursos de otras prioridades, es posible que haya visto la Gran Muralla como una medida necesaria para proteger al país de amenazas externas. .
El taoísmo, por otro lado, enfatiza la importancia de la no interferencia con el mundo natural y la búsqueda del cultivo personal y espiritual. Es más probable que un gobernante taoísta hubiera visto la Gran Muralla como una barrera innecesaria y artificial que perturbaría el flujo natural de Qi, o energía vital. Sin embargo, también es posible que un gobernante taoísta hubiera visto la Gran Muralla como una forma de proteger al país de influencias externas y preservar el estilo de vida tradicional chino.
En última instancia, si un gobernante que siguió las ideas confucianas o taoístas habría construido la Gran Muralla China es una cuestión de especulación y no existe un consenso claro sobre esta cuestión.