Stalin también estaba enojado con Occidente porque creía que los aliados estaban tratando de evitar que la Unión Soviética se convirtiera en una potencia importante. La Unión Soviética había sido devastada por la Segunda Guerra Mundial y Stalin estaba decidido a reconstruir el país y convertirlo en una superpotencia mundial. Vio a los aliados occidentales como una amenaza a sus planes y estaba decidido a resistirlos en todo momento.
La ira de Stalin contra Occidente durante el bloqueo de Berlín fue un factor importante en el estallido de la Guerra Fría. La Guerra Fría fue un período de tensión y rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética que duró desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta el colapso de la Unión Soviética en 1991.