1. Introducción del budismo:el príncipe Shotoku jugó un papel fundamental en la introducción del budismo en Japón. Envió enviados a países vecinos como China y Corea para aprender sobre las enseñanzas y prácticas budistas. La adopción del budismo tuvo un profundo impacto en la cultura, el arte, la literatura y la sociedad japonesa.
2. Constitución de Diecisiete Artículos:Al Príncipe Shotoku se le atribuye la creación de la Constitución de Diecisiete Artículos, también conocida como la "Constitución de Diecisiete Artículos". Este documento se considera una de las constituciones escritas más antiguas de la historia de Japón. Describe principios de gobierno basados en los principios éticos confucianos y las enseñanzas budistas. La constitución enfatizaba la armonía, la rectitud y la compasión.
3. Promoción de la educación y las becas:el Príncipe Shotoku reconoció la importancia de la educación en la construcción de una nación fuerte. Estableció escuelas e instituciones educativas para garantizar un aprendizaje generalizado entre el pueblo japonés. Estas escuelas se centraron en diversos temas, incluidos los clásicos confucianos, la literatura, la historia y el budismo.
4. Fortalecimiento de las relaciones diplomáticas:el príncipe Shotoku participó activamente en la diplomacia para mantener relaciones pacíficas con los países vecinos. Envió enviados para establecer misiones diplomáticas y fomentar intercambios culturales con reinos como China, Goguryeo y Baekje.
5. Centralización de la Autoridad:El Príncipe Shotoku contribuyó a la centralización del poder en la Corte Imperial. Promovió el concepto de un Estado fuerte y unificado bajo la autoridad del Emperador. Esto ayudó a estabilizar la estructura política de Japón durante un período de fragmentación.
El legado del príncipe Shotoku se caracteriza por sus esfuerzos por incorporar aspectos de la cultura y la religión chinas en la sociedad japonesa, preservando y honrando al mismo tiempo sus tradiciones nativas. Allanó el camino para la futura prosperidad cultural de Japón y sentó las bases para la combinación única de prácticas budistas y sintoístas del país, que dan forma a su cultura hasta el día de hoy.