Aviones Kamikaze: Los japoneses introdujeron la táctica de utilizar aviones suicidas, conocidos como kamikaze, para atacar a los barcos enemigos. Estos ataques involucraron a pilotos que estrellaron intencionalmente sus aviones contra embarcaciones aliadas, causando daños importantes.
Torpedos: La Armada japonesa desarrolló torpedos muy eficaces durante la guerra. El torpedo Tipo 93 tenía un avanzado sistema de propulsión de oxígeno, lo que le permitía viajar distancias más largas y alcanzar objetivos con mayor precisión.
Submarinos: Japón construyó submarinos avanzados, en particular el submarino clase I-400. Capaz de transportar tres aviones pequeños, este submarino servía como plataforma de reconocimiento de largo alcance y podía lanzar ataques sorpresa desde el agua.
Cohetería: El ejército japonés experimentó con tecnología de cohetes durante la guerra y desarrolló su versión de un cohete antiaéreo, el cohete tierra-aire Tipo 4. Aunque menos preciso en comparación con sus homólogos alemanes, todavía se utilizaba en la defensa del territorio japonés.
Guerra biológica: Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno japonés llevó a cabo experimentos de guerra biológica y desarrolló armas biológicas. En particular, una unidad militar secreta conocida como Unidad 731 llevó a cabo una variedad de experimentos humanos brutales utilizando prisioneros de guerra chinos, coreanos y aliados.