Historia de América del Norte

El secreto de los aztecas

Los aztecas fascinan a la arqueología y plantean suposiciones sobre su desaparición. Una comunidad marcada por el trabajo y las creencias religiosas, los aztecas habitaron la región de Aztlán, al noroeste de México. Sucesores directos del linaje tolteca, los aztecas formaron inicialmente una pequeña tribu de cazadores y recolectores que, en 1325, se trasladaron hacia el centro de México y desarrollaron una agricultura moderna de subsistencia. Entre los inventos de los aztecas se encuentran el riego de la tierra y la construcción de "jardines flotantes":el cultivo de hortalizas en tierras extraídas del fondo de los lagos. La construcción de chinampas (nombre que reciben estos jardines) se realizaba en los lugares menos profundos de los lagos. Los aztecas marcaban con estacas y juncos el sitio de las futuras chinampas, las rellenaban con limo extraído del fondo del lago y los mezclaban con un tipo de vegetación acuática que flotaba en el lago. Esta vegetación formaba una masa espesa sobre la que caminar. Estas tecnologías fueron esenciales para la fundación y supervivencia de Tenochtitlán.

Tenochtitlán, capital del imperio azteca, era hermosa y mucho más grande que cualquier ciudad de Europa en ese momento. Esta metrópoli tuvo su apogeo entre el 400 y el 700 d.C. Con sus enormes pirámides del Sol y de la Luna (de 63 y 43 m de altura respectivamente), su Calzada de los Muertos (de 1.700 m de largo), sus templos de los dioses agrarios y de la Serpiente Emplumada, sus máscaras de dura piedra, su magnífica cerámica, parece haber sido una metrópoli teocrática y pacífica, cuya influencia se extendió hasta Guatemala.

Su aristocracia sacerdotal procedía sin duda de la zona de los olmecas y El Tajín, mientras que la población campesina debió estar compuesta por indígenas otomíes y otras tribus rústicas. La religión comprendía el culto al dios del agua y la lluvia (Tláloc), la serpiente emplumada (Quetzalcóatl) símbolo de la fecundidad agraria y la diosa del agua (Chalchiuhtlicue). Creían en la vida después de la muerte, en un paraíso donde los bienaventurados cantarían su felicidad protegidos por Tláloc.

Civilización Azteca

Aprovecha la oportunidad de ver nuestra lección en vídeo relacionada con el tema: