Las redadas causaron una destrucción generalizada en el centro de la ciudad y las zonas circundantes, incluida la destrucción de muchas fábricas. Según la historia oficial de los ataques, un total de 568 fábricas resultaron dañadas o destruidas durante los ataques, de las cuales 200 quedaron completamente destruidas. El daño más significativo se produjo en la industria del motor de la ciudad, y muchas de las principales fábricas de automóviles quedaron parcialmente dañadas o completamente destruidas.