Los Artículos de la Confederación establecieron un gobierno central débil, con poderes limitados para regular el comercio interestatal, cobrar impuestos a los ciudadanos o hacer cumplir las leyes. Esto dificultó que el gobierno federal abordara los problemas que enfrenta la nación, como la inestabilidad económica y la amenaza de invasión extranjera.
Soberanía del Estado
Los estados protegían ferozmente su soberanía y se mostraban reacios a ceder cualquiera de sus poderes a un gobierno central. Temían que un gobierno federal fuerte infringiera sus derechos y limitara su capacidad para tomar decisiones por sí mismos.
Faccionalismo
El país estaba profundamente dividido por el faccionalismo, con diferentes grupos que abogaban por diferentes políticas y soluciones a los problemas de la nación. Esto dificultó la creación de un consenso sobre cualquier tema importante y, a menudo, paralizó al gobierno federal.
Problemas económicos
Estados Unidos se enfrentaba a una grave crisis económica tras la Guerra de Independencia. El país estaba muy endeudado y había desempleo e inflación generalizados. Esto dificultó que el gobierno federal recaudara ingresos y financiara sus operaciones.
Relaciones Exteriores
Estados Unidos también enfrentaba una serie de desafíos en sus relaciones exteriores. El país todavía estaba luchando por establecer su soberanía frente a las continuas amenazas de Gran Bretaña, Francia y España. También se ocupaba de los problemas de la piratería y la trata de esclavos.
Estos fueron sólo algunos de los obstáculos que enfrentó Estados Unidos para lograr que los estados confiaran en la nueva Constitución y el estilo de gobierno de la Confederación. Fue necesario un gran esfuerzo y compromiso para superar estos desafíos y establecer un gobierno federal fuerte y estable.