1. Rechazo de las Prácticas Religiosas Convencionales: Los cuáqueros desafiaron las normas religiosas establecidas de la época. Rechazaron la estructura jerárquica de la Iglesia de Inglaterra y creían que cada individuo tenía una relación directa con Dios. Este enfoque inconformista fue visto como una amenaza a la autoridad de la iglesia establecida y al orden social que apoyaba.
2. Pacifismo y negativa a prestar juramentos: Los cuáqueros tenían fuertes creencias pacifistas y se negaron a prestar juramento o participar en el servicio militar. Esta postura iba en contra de la cultura militarista predominante en la época, y su negativa a prestar juramentos de lealtad al monarca fue vista como una forma de deslealtad.
3. Simplicidad y discurso claro: Los cuáqueros adoptaron un estilo de vida sencillo y utilizaron un discurso sencillo, dirigiéndose a todos como "tú" y "tú", independientemente de su estatus social. Esto desafió las convenciones sociales y las distinciones de clases que prevalecían en la sociedad inglesa, lo que provocó el ridículo y la crítica de las clases altas.
4. Éxito económico: Los cuáqueros eran conocidos por su industria, ahorro y visión para los negocios, lo que permitió a muchos de ellos alcanzar la prosperidad económica. Su éxito generó celos y resentimiento entre algunos miembros de la sociedad, que veían a los cuáqueros como una amenaza a sus propios intereses económicos.
5. Activismo político y apoyo a la tolerancia religiosa: Los cuáqueros abogaban por la tolerancia religiosa y la reforma social, lo que los puso en desacuerdo con las autoridades y quienes buscaban mantener el status quo. Su activismo político y apoyo a los grupos marginados atrajeron la oposición de quienes temían el cambio social.
6. Asociación con movimientos radicales: Algunos grupos religiosos radicales, como los Ranters, se asociaron con los cuáqueros, lo que llevó a una percepción negativa más amplia de todo el movimiento cuáquero. Esta asociación facilitó que las autoridades atacaran y maltrataran a los cuáqueros.
El maltrato a los cuáqueros en Inglaterra incluyó diversas formas de persecución, como encarcelamiento, abuso físico, multas y confiscación de propiedades. A pesar de estos desafíos, los cuáqueros siguieron comprometidos con sus creencias y continuaron trabajando por la tolerancia religiosa y la justicia social.