La construcción de una extensa red ferroviaria en todo el país facilitó el transporte de mercancías y personas a una escala nunca antes vista, creando nuevos mercados para las empresas y permitiéndoles ampliar sus operaciones.
A finales del siglo XIX, Estados Unidos tenía el sistema ferroviario más extenso del mundo, con más de 193.000 millas de vías y revolucionando la forma en que la gente vivía, trabajaba y comerciaba.
Además de la industria ferroviaria, otros factores que contribuyeron al crecimiento de las grandes empresas en el siglo XIX incluyeron:
* Innovaciones tecnológicas: La Revolución Industrial trajo consigo numerosos avances tecnológicos que aumentaron la eficiencia y la productividad en la fabricación, como la máquina de vapor, la desmotadora de algodón y el telégrafo. Estas innovaciones permitieron a las empresas producir más bienes a costos más bajos, lo que a su vez impulsó su expansión.
* Políticas gubernamentales: Las políticas gubernamentales, como los aranceles elevados y las leyes antimonopolio laxas, alentaron el crecimiento de las grandes empresas. Los aranceles protegieron a las industrias nacionales de la competencia extranjera, permitiéndoles crecer sin temor a verse socavadas por importaciones más baratas. Las leyes antimonopolio laxas permitieron a las empresas fusionarse y formar monopolios, aumentando aún más su poder de mercado.
* Banca de inversión: El surgimiento de firmas de banca de inversión como J.P. Morgan &Co. proporcionó el capital financiero que las grandes empresas necesitaban para expandirse. Estas empresas ayudaron a recaudar dinero de los inversores y a financiar la emisión de acciones y bonos, lo que permitió a las empresas financiar sus planes de crecimiento.