Desafíos económicos en la Unión Soviética causados por la ineficiencia de una economía planificada frente a las políticas económicas occidentales de libre mercado.
Reformas políticas internas y apertura (Glastnost y Perestroika) impulsadas por el líder soviético Mikhail Gorbachev, que sin querer debilitaron el sistema comunista.
La competencia económica y tecnológica de los países occidentales durante la carrera armamentista, que agota los recursos soviéticos.
Deterioro de las relaciones entre la Unión Soviética y sus estados satélites en Europa del Este.
Tratados de limitación de armas estratégicas (SALT) y compromiso diplomático entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Malestar social y movimientos a favor de la democracia en países de Europa del Este como Polonia, Hungría y Checoslovaquia.
La reunificación de Alemania en 1990 facilitó las negociaciones para reducir los arsenales de armas nucleares.
En última instancia, la combinación de estos factores condujo a la erosión del comunismo y del control soviético en Europa del Este, lo que culminó con la disolución de la Unión Soviética en 1991 y el fin de la Guerra Fría.