1. Comercio y Comercio :Los Artículos de la Confederación, que gobernaron los Estados Unidos después de la Guerra Revolucionaria, no proporcionaron un sistema consistente y eficaz para regular el comercio interestatal. Esto llevó a disputas y conflictos entre estados sobre aranceles, restricciones comerciales y otros asuntos económicos. Era necesaria una unión más fuerte con una autoridad más centralizada para abordar estos desafíos y promover el crecimiento económico.
2. Defensa Nacional :Según los Artículos de la Confederación, cada estado era responsable de su defensa, lo que dificultaba la coordinación de una respuesta unificada a las amenazas externas. La falta de un gobierno central fuerte también obstaculizó la capacidad del país para formar y mantener un ejército y una marina permanentes. Se necesitaba una unión más fuerte con un sistema de defensa centralizado para proteger a la nación contra posibles ataques e invasiones.
3. Diplomacia y Asuntos Exteriores :Estados Unidos enfrentó numerosos desafíos diplomáticos y disputas con naciones extranjeras, incluidas cuestiones relacionadas con el comercio, reclamos territoriales y pago de deuda. Según los Artículos de la Confederación, cada estado tenía la autoridad para conducir su política exterior, lo que a menudo conducía a enfoques contradictorios e ineficaces. Una unión más fuerte con el poder de negociar y celebrar tratados con naciones extranjeras era esencial para proteger los intereses estadounidenses en el exterior.
4. Gobierno central débil :Los Artículos de la Confederación crearon un gobierno central muy débil que carecía de la autoridad y los recursos para abordar muchos de los desafíos que enfrenta la nación. El Congreso Continental, que actuaba como órgano de gobierno central, tenía poderes limitados y a menudo luchaba por hacer cumplir sus decisiones. Era necesaria una unión más fuerte con un gobierno central más sólido y eficaz para proporcionar liderazgo y dirección al país.
5. Soporte popular :Muchos líderes y ciudadanos influyentes reconocieron la necesidad de una unión más fuerte y abogaron por un nuevo marco constitucional que otorgaría mayor autoridad al gobierno federal. El apoyo público a una unión más fuerte creció con el tiempo, lo que llevó a la Convención Constitucional de 1787 y la creación de la Constitución de los Estados Unidos.