Infraestructura de defensa inadecuada: Estados Unidos carecía de una infraestructura de defensa integral para apoyar los esfuerzos bélicos. Los arsenales, astilleros, fundiciones y otras instalaciones industriales eran limitados y necesitaban ampliación para satisfacer las demandas de la guerra.
Capacidad industrial limitada: Antes de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos tenía una economía principalmente agraria y un sector industrial de escala relativamente pequeña en comparación con las naciones europeas industrializadas. Convertirse a una economía en tiempos de guerra capaz de producir municiones y suministros en masa resultó un desafío.
Tensiones de la Guerra Civil no resueltas: Las diferencias sectoriales y los sentimientos persistentes de la Guerra Civil estadounidense obstaculizaron la unidad nacional y el consenso para entrar en la guerra. Algunas regiones y facciones políticas se mostraron reacias a apoyar los esfuerzos bélicos, mientras que otras se mostraron más entusiastas.
Resistencia al reclutamiento (reclutamiento): El servicio militar obligatorio se impuso para aumentar el número de soldados en el ejército, pero enfrentó oposición y resistencia de varios segmentos de la sociedad. Algunos grupos se resistieron a servir mientras otros cuestionaron la justicia del proceso de reclutamiento.
Financiamiento de la guerra: Recaudar fondos para financiar la guerra requirió esfuerzos significativos a través de préstamos, emisión de bonos gubernamentales e implementación de impuestos nuevos o aumentados. Equilibrar el gasto en tiempos de guerra con los recursos públicos planteó desafíos económicos.
Logística y transporte insuficientes: El traslado de tropas, suministros y equipos a través del Atlántico hasta el teatro europeo planteó desafíos logísticos. Estados Unidos necesitaba fortalecer sus capacidades de marina mercante y asegurar pasos seguros frente a posibles amenazas enemigas.
Coordinación aliada: Entrar en un conflicto global importante también implicó complejidades de colaboración y coordinación de estrategias con sus aliados en tiempos de guerra, como Gran Bretaña, Francia y, más tarde, otras naciones involucradas. La coordinación de operaciones, objetivos y asignación de recursos requirió delicadeza diplomática y colaboración militar eficiente.
Estos desafíos debían abordarse con rapidez y eficacia mientras el país se preparaba para un enfrentamiento militar a gran escala por primera vez desde la Guerra Civil.