En plantaciones:
Los esclavos de las grandes plantaciones normalmente trabajaban en tareas agrícolas como recoger algodón, cultivar tabaco o cosechar arroz. Su trabajo era físicamente exigente y a menudo trabajaban largas horas en el campo, comenzando antes del amanecer y trabajando hasta mucho después del atardecer. Los esclavos eran sometidos a una dura disciplina, y los supervisores utilizaban azotes, palizas y torturas para mantener el control.
Las condiciones de vida de los esclavos en las plantaciones eran en general malas. A menudo estaban alojados en alojamientos hacinados e insalubres, y con frecuencia carecían de ropa de cama, vestimenta y nutrición adecuadas. La atención médica era limitada o inexistente, y muchos esclavos sufrían desnutrición, enfermedades y exposición a elementos hostiles.
En zonas urbanas:
Algunos esclavos vivían y trabajaban en zonas urbanas, donde desempeñaban diversas ocupaciones, como sirvientes domésticos, artesanos, jornaleros y artesanos. Si bien todavía enfrentaban discriminación y restricciones a su libertad, los esclavos urbanos a menudo disfrutaban de un trato ligeramente mejor en comparación con los de las plantaciones. Es posible que hayan tenido más oportunidades de interactuar con personas fuera del sistema de plantaciones y haber obtenido una autonomía limitada en su vida diaria.
Autoemancipación:
Durante la Guerra Civil, muchos esclavos aprovecharon las oportunidades para escapar a las líneas de la Unión o huir a los estados del norte donde se había abolido la esclavitud. Algunos se convirtieron en buscadores de libertad y resistieron activamente a sus esclavizadores, mientras que otros esperaron el avance de los ejércitos de la Unión para brindarles refugio y protección.
Confiscación y emancipación:
A medida que avanzaba la guerra, las fuerzas de la Unión comenzaron a confiscar esclavos y a liberarlos al capturarlos o a medida que los territorios controlados por la Unión se expandían. Algunos esclavos también fueron emancipados mediante leyes como las Leyes de Confiscación y, en última instancia, la Decimotercera Enmienda, que abolió oficialmente la esclavitud en los Estados Unidos en diciembre de 1865.
A pesar de estos pasos hacia la libertad, la transición de la esclavitud a la libertad fue compleja y desafiante. Muchas personas recién emancipadas lucharon contra la pobreza, la discriminación y el acceso limitado a la educación, la vivienda y el empleo. Sin embargo, el final de la Guerra Civil marcó un punto de inflexión en la historia estadounidense y preparó el escenario para las luchas en curso por la igualdad racial y los derechos civiles.