Los Estados Confederados de América (CSA), comúnmente conocidos como la Confederación, fueron un estado secesionista que existió desde 1861 hasta 1865. La CSA estaba compuesta por 11 estados del sur que declararon su secesión de los Estados Unidos tras la elección de Abraham Lincoln para la presidencia en 1860.
La Confederación fue considerada una amenaza para la unión porque buscaba preservar la institución de la esclavitud, que muchos en el Norte consideraban una afrenta a los derechos humanos y una violación de los principios de la Declaración de Independencia. La secesión de la Confederación y el posterior estallido de la Guerra Civil estadounidense fueron vistos como un intento de dividir a los Estados Unidos y establecer una nueva nación basada en los principios de los derechos de los estados y la supremacía blanca.
Las fuerzas militares de la Confederación estaban dirigidas por el general Robert E. Lee y el general Thomas J. "Stonewall" Jackson, e inicialmente lograron éxitos significativos en los primeros años de la guerra. Sin embargo, la Unión finalmente ganó la partida y derrotó a la Confederación en 1865, preservando así la unión de los Estados Unidos.