Al comienzo de la guerra, la Unión tenía una ventaja significativa sobre la Confederación en términos de población, recursos y capacidad industrial. La Unión tenía una población de más de 22 millones de personas, en comparación con los 9 millones de la Confederación. La Unión también tenía una economía mucho más grande y una infraestructura industrial más desarrollada. Como resultado, la Unión pudo producir más armas y suministros que la Confederación y desplegar un ejército más grande y mejor equipado.
La Unión también tenía una serie de ventajas estratégicas sobre la Confederación. La Unión controlaba el río Mississippi, lo que le daba una importante ventaja en materia de transporte. La Unión también controlaba la frontera con México, lo que impedía a la Confederación recibir suministros de ese país.
Gracias a estas ventajas, la Unión pudo ganar la Guerra Civil.