- La necesidad de una autoridad nacional fuerte para prevenir conflictos internos, proteger al país de amenazas externas y fomentar el crecimiento económico.
- Un gobierno con suficiente poder para regular el comercio, gestionar la política exterior y manejar asuntos internos como mantener una moneda común y establecer leyes comerciales uniformes.
- Un mayor papel del gobierno federal, a diferencia de los gobiernos estatales, para garantizar la coherencia de las leyes y políticas.
- Un poder ejecutivo más fuerte para liderar la nación de manera efectiva.
- Una legislatura bicameral para representar diferentes intereses y evitar el dominio excesivo de una sola facción.
- Un poder judicial independiente para garantizar la justicia y proteger los derechos individuales.