Currie era un soldado de carrera que sirvió en la milicia canadiense antes de la guerra. Fue nombrado comandante de la 1.ª División canadiense en 1915 y dirigió la división en varias batallas importantes, incluida la Batalla de Vimy Ridge. En 1917, fue ascendido a comandante del Cuerpo Canadiense y dirigió el cuerpo en la Batalla de Passchendaele y la Batalla de Amiens.
Currie era un comandante militar exitoso y muy respetado. Era conocido por su coraje, liderazgo y habilidad táctica. También fue un líder compasivo y afectuoso que se preocupaba profundamente por sus hombres.
Después de la guerra, Currie regresó a Canadá y se desempeñó como director de la Universidad McGill de 1920 a 1933. También fue miembro del Senado canadiense de 1930 a 1933.
Currie es considerado uno de los líderes militares más importantes de Canadá. Fue una figura clave en la victoria canadiense en la Primera Guerra Mundial y ayudó a dar forma a la identidad de Canadá como nación. Su liderazgo y dedicación al deber han dejado un legado duradero que continúa inspirando a los canadienses de hoy.
Además de su carrera militar, Currie también fue un exitoso hombre de negocios y filántropo. Fue el fundador de la Asociación Canadiense de Pulpa y Papel y fue su presidente de 1922 a 1925. También fue un importante donante de la Universidad McGill y el Hospital Infantil de Montreal.
Currie era un individuo complejo y multifacético. Fue un brillante comandante militar, un exitoso hombre de negocios y un generoso filántropo. También fue un esposo y padre devoto. Currie fue un hombre que vivió su vida al máximo y tuvo un impacto significativo en el mundo que lo rodeaba.