1. Falta de éxito en Nueva Inglaterra:
A pesar de sus victorias iniciales, como la batalla de Bunker Hill, los británicos enfrentaron dificultades para someter a los colonos rebeldes en Nueva Inglaterra. El terreno, caracterizado por densos bosques y paisajes accidentados, favoreció las tácticas guerrilleras empleadas por las milicias estadounidenses. Los británicos también enfrentaron desafíos logísticos al suministrar a sus tropas en Nueva Inglaterra, ya que la región carecía de una infraestructura bien desarrollada.
2. Nueva York como ubicación estratégica:
La ciudad de Nueva York, ubicada en la desembocadura del río Hudson, tenía una importante importancia estratégica. El control sobre Nueva York permitiría a los británicos dividir las colonias, aislando a Nueva Inglaterra de las colonias del sur. El río Hudson también proporcionó una vía fluvial vital para el transporte y las comunicaciones, lo que permitió a los británicos proyectar su poder hacia el interior.
3. Soporte leal:
Nueva York tenía una población relativamente mayor de leales, que permanecían leales a la Corona británica. Los británicos creían que al trasladar su campaña a Nueva York, podrían conseguir el apoyo de estos leales y conseguir una posición más fuerte en las colonias.
4. Control sobre las Colonias del Medio:
Al capturar Nueva York, los británicos podrían controlar eficazmente las colonias intermedias estratégicamente vitales, incluidas Nueva Jersey y Pensilvania. Estas colonias eran más pobladas y económicamente más desarrolladas en comparación con Nueva Inglaterra, lo que las convertía en un objetivo más lucrativo para los británicos.
5. Cambiando la estrategia británica:
Los británicos también cambiaron su estrategia de centrarse únicamente en las victorias militares a un enfoque más integral que apuntaba a controlar ubicaciones estratégicas clave y aislar a las colonias rebeldes. Nueva York fue vista como un centro crucial para implementar esta nueva estrategia.
6. Influencia de los leales:
Destacados leales, como el gobernador William Tryon, abogaron por que los británicos trasladaran su campaña a Nueva York. Argumentaron que Nueva York tenía un clima político y social más favorable para el control británico y que capturarlo desmoralizaría la causa estadounidense.
7. Acceso a vías navegables:
Las vías fluviales de Nueva York, incluidos el río Hudson y el estrecho de Long Island, proporcionaron a los británicos vías ventajosas para las operaciones navales. La marina británica jugó un papel crucial en sus esfuerzos bélicos y el control sobre las vías fluviales de Nueva York les permitió ejercer dominio marítimo.
En resumen, la campaña británica se trasladó de Nueva Inglaterra a Nueva York debido a varios factores, incluidos los desafíos de someter a Nueva Inglaterra, la importancia estratégica de Nueva York, la presencia de apoyo leal, el deseo de control sobre las colonias intermedias, un cambio en la estrategia británica, la influencia de los leales y las ventajas que ofrecen las vías fluviales de Nueva York.