- La Revolución industrial provocó un mayor crecimiento de las ciudades a medida que la gente migraba a los centros industriales en busca de trabajo. La migración del campo a la ciudad fue una característica destacada de esta época.
Disponibilidad de puestos de trabajo:
- El establecimiento de fábricas e industrias creó nuevas oportunidades laborales en las zonas urbanas, atrayendo trabajadores de zonas rurales y países extranjeros.
Desarrollo del transporte:
- La mejora del transporte facilitó la migración de larga distancia. Este factor adquirió importancia a medida que la gente empezó a trasladarse de un lugar a otro en busca de mejores perspectivas económicas.
Condiciones económicas
- La industrialización ofreció mejores salarios, mayores niveles de vida y mayor movilidad social en comparación con las zonas agrícolas. Esta disparidad económica influyó en que las personas se mudaran por razones financieras.
Factores de atracción:
- Las ciudades industriales ofrecieron muchas comodidades, oportunidades educativas, mejores viviendas e instituciones culturales, atrayendo a personas de regiones menos industrializadas.
Avances tecnológicos:
- La llegada de las máquinas de vapor, los barcos y los ferrocarriles permitió viajar distancias más largas, más rápidos, más baratos y más fiables, lo que hizo más factible la migración de larga distancia.
Demanda global de bienes:
- La revolución industrial condujo a una mayor globalización a medida que los países ampliaron su comercio, lo que estimuló los movimientos de personas en busca de trabajo y comercio.
Cambios agrícolas:
- La mecanización de la agricultura redujo la necesidad de mano de obra en las granjas, lo que provocó el desplazamiento de trabajadores rurales que podrían haber buscado empleo en zonas industriales.
Factores políticos y sociales:
- Los disturbios políticos, las guerras, la persecución religiosa y la opresión política empujaron a la gente a abandonar sus países de origen en busca de lugares mejores y más seguros.
Políticas Laborales:
- Algunos países promulgaron políticas que fomentaban la inmigración para cubrir la escasez de mano de obra, mientras que otros impusieron cuotas y restricciones a ciertos grupos de inmigrantes.
En general, la Revolución Industrial desencadenó importantes cambios demográficos a medida que la gente se trasladó a zonas industrializadas, lo que contribuyó al crecimiento de los centros urbanos e influyó en los patrones migratorios entre continentes.