A principios del siglo XVII, los colonos ingleses comenzaron a llegar a Connecticut. Estos colonos eran principalmente puritanos que buscaban establecer una colonia religiosa donde pudieran practicar libremente su fe. Los puritanos establecieron varias ciudades en Connecticut, incluidas Hartford, Wethersfield y Windsor. También fundaron la Colonia de Connecticut, que fue una de las trece colonias originales de los Estados Unidos.
La población de Connecticut siguió creciendo durante los siglos XVIII y XIX. A principios del siglo XIX, muchos inmigrantes irlandeses y alemanes llegaron a Connecticut para trabajar en las fábricas del estado. A finales del siglo XIX y principios del XX, muchos inmigrantes italianos, polacos y judíos también llegaron a Connecticut.
Hoy, Connecticut es un estado diverso con una población de más de 3,5 millones de personas. El estado es el hogar de personas de diferentes orígenes y culturas. Connecticut es también un importante centro de educación, atención médica y finanzas.