Los elementos clave para que un reclamo por impedimento promisorio tenga éxito en un escenario de negociación de arrendamiento fallida incluyen:
1. Promesa clara y definitiva :Debe haber evidencia de una promesa clara y definitiva hecha durante las negociaciones. Esta promesa puede ser oral o escrita y debe ser específica en términos de los términos esenciales del contrato de arrendamiento, como la duración del arrendamiento, el alquiler y otras obligaciones de las partes.
2. Confianza razonable :La parte que alega impedimento promisorio debe demostrar que confió razonablemente en la promesa hecha por la otra parte. Esto significa que deben haber actuado de buena fe y haber hecho preparativos importantes e inequívocos antes del contrato de arrendamiento. Por ejemplo, la dependencia puede demostrarse mediante los gastos realizados para preparar el espacio arrendado o rechazando otras oportunidades de arrendamiento.
3. Perjuicio sustancial :La parte que busca reparación bajo el impedimento promisorio debe demostrar que sufrió un perjuicio o pérdida sustancial debido a su confianza en la promesa. El perjuicio puede incluir pérdidas monetarias reales o la pérdida de una oportunidad valiosa, como perder a un inquilino potencial o incurrir en costos innecesarios.
Es importante tener en cuenta que el impedimento promisorio no sustituye a un contrato de arrendamiento válido y ejecutable. Sin embargo, puede proporcionar un remedio legal cuando una de las partes participa en negociaciones preliminares de arrendamiento de buena fe y sufre pérdidas debido al retiro injustificado o al incumplimiento de sus promesas por parte de la otra parte. Los requisitos legales específicos para el impedimento promisorio pueden variar según la jurisdicción, por lo que se recomienda consultar con un profesional del derecho para evaluar la viabilidad de dicho reclamo en un caso específico.