Las alianzas formales en tiempos de guerra suelen crearse mediante tratados u otros acuerdos escritos, que especifican los términos de cooperación entre los aliados. Estos acuerdos pueden incluir disposiciones para compartir recursos militares, la coordinación de estrategias militares y el establecimiento de comandos militares conjuntos. Por otro lado, las alianzas informales en tiempos de guerra se basan en acuerdos o entendimientos menos formales entre países y pueden ser más flexibles y adaptables a circunstancias cambiantes.
Independientemente de su forma, las alianzas en tiempos de guerra pueden desempeñar un papel importante en el resultado de los conflictos. Al aunar sus recursos y coordinar sus esfuerzos, los aliados pueden aumentar sus posibilidades de derrotar a sus enemigos y lograr sus objetivos. Las alianzas en tiempos de guerra también pueden ayudar a generar confianza y cooperación entre países, lo que puede conducir a relaciones diplomáticas y económicas duraderas una vez terminada la guerra.
Algunos ejemplos de alianzas en tiempos de guerra incluyen:
* La Triple Alianza (Alemania, Austria-Hungría e Italia) durante la Primera Guerra Mundial
* Las potencias aliadas (Francia, Gran Bretaña, Rusia, Estados Unidos y otros países) durante la Primera Guerra Mundial
* Las potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón) durante la Segunda Guerra Mundial
* Los aliados (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, la Unión Soviética y otros países) durante la Segunda Guerra Mundial
Estas alianzas fueron fundamentales para dar forma al curso y resultado de estas guerras.