1. Asegurar las líneas de suministro: El Pacífico Sur era una ruta crucial para el transporte de tropas y suministros al Pacífico Sudoccidental y Asia, donde se libraban intensos combates contra Japón. Al establecer bases en el Pacífico Sur, Estados Unidos podría salvaguardar estas líneas de suministro vitales y garantizar que las tropas y los recursos llegaran al frente de manera efectiva.
2. Contrarrestar la expansión japonesa: Japón había ampliado rápidamente su control sobre vastas áreas de la región de Asia y el Pacífico, incluidas muchas islas del Pacífico Sur. Al construir bases, Estados Unidos pretendía contrarrestar la creciente influencia de Japón, interrumpir sus líneas de suministro e impedir nuevos avances japoneses en la región.
3. Asegurar las rutas aéreas y navales: El Pacífico Sur proporcionó acceso directo a rutas aéreas y navales que conectaban América con Asia y Australia. El establecimiento de bases en esta región permitió a Estados Unidos controlar estas rutas, facilitando el movimiento de aviones, barcos y submarinos militares. Esta ventaja estratégica permitió a la Armada y la Fuerza Aérea de los EE. UU. lanzar operaciones contra las fuerzas japonesas y participar en batallas críticas.
4. Apoyo a las operaciones anfibias: Estados Unidos planeó varias operaciones anfibias importantes, como la Batalla de Guadalcanal y la Campaña de salto de isla en isla, que requirieron bases seguras para lanzar y apoyar estas operaciones. Las bases del Pacífico Sur proporcionaron áreas de preparación, apoyo logístico y capacidades operativas para que el ejército estadounidense montara con éxito ataques anfibios en islas controladas por Japón.
5. Reunión de inteligencia: El establecimiento de bases permitió a Estados Unidos recopilar información valiosa sobre las actividades y movimientos japoneses. Al monitorear las comunicaciones enemigas, desplegar misiones de reconocimiento y recopilar información de las poblaciones locales, Estados Unidos obtuvo conocimientos cruciales sobre las estrategias japonesas y obtuvo una ventaja en el Teatro de Operaciones del Pacífico.
6. Denegar el acceso a los japoneses: La presencia de bases estadounidenses en el Pacífico Sur negó efectivamente a Japón el acceso a ciertas regiones y recursos. Esto impidió que los japoneses establecieran sus propias bases, interrumpieran las líneas de suministro aliadas o lanzaran ataques contra las fuerzas estadounidenses. Al controlar lugares clave, Estados Unidos limitó las capacidades de Japón y obtuvo ventajas territoriales.
En resumen, Estados Unidos necesitaba bases en el Pacífico Sur durante la Segunda Guerra Mundial para salvaguardar las líneas de suministro, contrarrestar la expansión japonesa, asegurar rutas aéreas y navales, apoyar operaciones anfibias, reunir inteligencia y negar el acceso de Japón a áreas estratégicas. Estas bases fueron esenciales para la victoria aliada en el Teatro del Pacífico y contribuyeron a la eventual derrota de Japón.